Él, junto a su padre, el señor Rudy José Arzolar, y sus otros seis hermanos, vivían en extrema pobreza y por eso recurrían a los basureros para conseguir algo para apaciguar el hambre. Luego de la muerte de su mamá, hace varios años, su padre tuvo que dedicarse al cuidado de ellos, siendo cuesta arriba proveerle un plato de comida; tampoco conseguía trabajo.
La necesidad, según se pudo conocer, los obligó a hurgar en los botaderos para colectar algo para llevar al estómago. El infortunado de esta fatal situación respondía al nombre de Manuel, y su cuerpo fue enterrado en estado de descomposición porque su progenitor no contó con el dinero para costear los gastos fúnebres y con ello el arreglo del cuerpo.
"Él tomó algo del basurero y lo comió, no sé qué fue, pero de allí comenzó a sentirse mal", relató el deudo en un video publicado por la fundación Cuidarte.
Según el relato, el muchacho fue llevado al Hospital Manuel Núñez Tovar en Maturín donde se corroboró la intoxicación por alimentos. Se desconoce si lo que consumió estaba dañado o con veneno para animales.