Según el relato de los vecinos de la familia, la víctima gritaba clamando auxilio desde el interior de su vivienda y aunque los residentes de la localidad intentaron entrar al lugar y brindarle la ayuda requerida no pudieron ingresar a la casa porque todas las puertas y ventanas estaban cerradas.
Se conoció que Gil tenía una condición en las rodillas que le impedía moverse con normalidad por lo que no pudo huir de su victimario. Los vecinos como último recurso pidieron ayuda a las autoridades, llamando a la policía, pero los funcionarios llegaron tres horas después del suceso.
“Nos cansamos de llamar a la policía, llamamos al Ven911 y nunca mandaron una unidad policial. Buscamos hasta el número del cuadrante y tampoco tuvimos respuesta”, manifestó una persona a La Verdad de Monagas.
Trascendió que la quincuagenaria fue golpeada con una pala de albañilería en la cabeza, hasta causarle la muerte, posteriormente le cercenaron su cuerpo en dos con una sierra manual, herramienta utilizada para cortar madera. Luego de todo, el hombre salió de la vivienda lleno de sangre, sosteniendo una Biblia y procedió a entregarse a las autoridades, quienes manifestaron que el joven se encontraba bajo los efectos de las drogas.
Funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) hicieron el levantamiento del cadáver y lo trasladaron a la morgue del Hospital Dr. Manuel Núñez Tovar.