El hombre, quien era cristiano, no logró recuperar el conocimiento óptimamente, algunas veces decía incoherencias y las pocas veces que lograba reconocer y hablar con sus familiares, preguntaba por sus hijos y les decía a los parientes que solo Dios tenía la voluntad; sin embargo, según el relato de los allegados a la víctima, el personal del centro asistencial no cooperó lo suficiente para que el hombre lograra salvarse, ya que todos los días los mandaban a comprar los insumos pero posponían la operación y no lograron intervenirlo. 

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Por otra parte, destacaron que el centro asistencial no contaba con el equipo para aplicarle oxígeno y les indicaban a los familiares que no lo podían llevar a otro lugar debido a que se trataba de un paciente de cirugía menor. Los familiares recobraron la esperanza de que el ciudadano sobreviviría cuando lo trasladaron del área de trauma shock al departamento de cirugía menor, pero esto empeoró la situación.

Sobre el accidente se conoció que cinco hombres se trasladaban el martes 6 de junio, alrededor de las 6:00 a.m. en un camión cargado de sardinas por el Km 181 sentido Valencia–Puerto Cabello, para comercializar el producto quizás fuera de la entidad carabobeña, pero una falla en los frenos ocasionó que el conductor perdiera el control del vehículo de carga y chocara contra la defensa que divide la autopista y posteriormente diera un vuelco lateral.
En el lugar del suceso murió el conductor del camión, identificado como Felipe de Jesús Yáñez Marcano, mientras que Daniel José Balladares, de 15 años, perdió la batalla en la Unidad de Cuidados Intensivos al poco tiempo de haber sido ingresado al hospital central de Valencia; al día siguiente pereció Williams Albornet Vizcano, de 32 años. Alexis José Betancourt Jiménez, de 43 años, fue el único sobreviviente