Sucesos del recuerdo: El Monstruo de Mamera, el triple asesinato producto de celos
El hecho se dio el 11 de enero de 1980 en la que tres adolescentes se encontraban desaparecidos
Sucesos.- Incluso si caminaba o trataba de ignorarlos, los chismes de los vecinos sobre cómo era y cómo llevaba un amorío su mujer, Rosa Elena Pinto, mejor conocida como “Chena”, permanecían dentro de la cabeza de Argenis Ledezma, atormentándolo.
Los pensamientos repetitivos e imágenes intrusivas se apoderaban cada vez más de la mente del respetado funcionario de la entonces Policía Técnica Judicial (PTJ). Y cuando los reclamos y peleas a su mujer no parecían servir para “reafirmar su posición”, en medio de sus celos enfermizos solo apareció una idea: asesinar.
Y de repente, la mañana del 11 de enero de 1980 ahora era diferente al resto, o al menos así se sentía para las familias de los jóvenes Douglas Nieves, de 16 años, Efraín Irausquín, de 17, y Martín Mijares, de 14, quienes se encontraban desaparecidos.
Los cotilleos de los vecinos habían funcionado para la investigación policial porque casi de inmediato las miradas se posaron en el funcionario, quien, luego de 11 meses de investigación policial, finalmente confesó el triple asesinato y dio pistas del lugar donde se encontraban los cuerpos sepultados.
Boca a boca fue pasando el nuevo nombre: El Monstruo de Mamera. Ahora hablaban de su mujer, de su amorío y de su amistad con los asesinados.
La justicia llegó cuando ya no había nada más por esclarecer, por lo que la Penitenciaría General de Venezuela, en San Juan de los Morros, Guárico, recibió a su nuevo recluso, quien fue condenado a 30 años de prisión, pero solo cumplió 21 años por buena conducta.
La vida siguió para Ledezma (a diferencia de sus víctimas) y en el año 2001, cuando es liberado, se muda a Puerto Ordaz, estado Bolívar.