Murió el venezolano que se intoxicó con un ron adulterado en 2020
Tras ingerir la bebida, Armando sufrió una grave intoxicación que le provocó severos daños cerebrales y en su sistema nervioso
Sucesos.- En el año 2020 durante un viaje a la Isla Saona, el migrante venezolano Armando Medina sufrió una intoxicación por tomar alcohol adulterado. Luego de más de tres años de agonía debido a las graves lesiones que impidieron que pudiera recuperarse, murió el miércoles en República Dominicana.
La triste historia de Armando comenzó en octubre de 2020, cuando
viajó con su esposa a la mencionada isla, donde tomó un ron "que no era conocido" durante la celebración de cumpleaños de un amigo.
Tras ingerir la bebida, Armando sufrió una grave intoxicación que le provocó severos daños cerebrales y en su sistema nervioso. Durante los últimos días, su familia pidió ayuda para conseguir una cama en terapia intensiva, reseñó Caraota Digital.
Armando no pudo recuperarse de las lesiones y este miércoles informaron su fallecimiento. "Gracias a todos por su apoyo incondicional y estar pendiente de él. Con todo el dolor de mi alma, les comunico que Armandito no pudo resistir esta batalla", indicaron.
Nunca se recuperó
La esposa de Armando, Ainhoa Garate, informó al medio dominicano Diario Libre que el criollo murió debido a su "muy delicado estado de salud", Comentó además que sufrió una "infección resistente a los medicamentos".
Envenenado con metanol.
Armando era un tatuador de 34 años que sufrió un envenenamiento con metanol. Garate, relató que la bebida la compró la agencia de viajes que organizó la excursión en la isla.
Luego de varias días de haber ingerido el alcohol, comenzó a presentar dolores de cabeza y malestar, por lo que fue e hasta la clínica, en donde convulsionó y entró en coma.
La intoxicación le produjo daños tan graves en el sistema nervioso que el venezolano quedó cuadripléjico.
Sin embargo, Armando logró recuperar el movimiento en sus extremidades y comenzó a alimentarse y respirar por sí mismo. Pero desde entonces vivió postrado en una cama y nunca consiguió recuperarse de las lesiones.