Tal situación fue denunciada en 2006 por la madre de una de las víctimas de 16 años, ante el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) en el municipio Guaicaipuro; capital del estado Miranda.
Una vez en el lugar manifestó que en octubre de ese año su hija se encontraba por las adyacencias de la Plaza Guaicaipuro, cuando fue abordada por el hoy condenado ofreciéndole empleo.
Seguidamente, la víctima accedió a la entrevista de trabajo y se fue con el comerciante hacia el restaurante de un hotel de la localidad. Al ingresar, le ofreció un refresco y luego la invitó a una de las habitaciones. Al notar algo extraño, la víctima intentó escapar, pero el agresor la sujetó fuertemente y la lanzó a la cama para luego abusarla sexualmente.
Tras la denuncia de la primera víctima, los oficiales iniciaron las labores de investigación con el retrato hablado que suministró la joven de 16 años.
Posteriormente, fueron interpuesta cinco denuncias con el mismo modus operandi, pero en algunos de los casos las víctimas fueron despojadas de sus teléfonos y golpeadas por Prado Amasifuén.
En función de los elementos recabados, se determinó que las características físicas del solicitado correspondían con las de una persona detenida previamente por la comisión de un robo.
Durante el juicio, la Fiscalía 12ª del estado Miranda ratificó la acusación contra el hoy condenado por los delitos de violencia sexual agravada y violación agravada
Una vez evaluados los medios y órganos de prueba expuestos por la representación fiscal, el Tribunal 2º de Juicio de la referida jurisdicción dictó la referida condena contra Prado Amasifuén, quien cumplirá la pena en el Centro de Formación del Hombre Nuevo “Simón Bolívar”, ubicado en la parroquia El Paraíso.