El detenido llegó el 14 de julio procedente de Brasil y solicitó el servicio de asistencia para sillas de ruedas del aeropuerto. A pesar de presentar documentos médicos que justificaban su estancia en Viena, los agentes antidrogas sospecharon debido a su comportamiento, indica un comunicado policial.
Dos perros especializados localizaron de inmediato la droga escondida bajo el asiento y en el respaldo de la silla de ruedas. Según las estimaciones de la policía, la cocaína, de gran pureza, tenía un valor estimado de 1,5 millones de euros.
El detenido, que no necesita una silla de ruedas y solo la utilizaba para ocultar la droga, confesó su delito durante el interrogatorio y se encuentra en la prisión austríaca de Korneuburg a la espera de juicio.