Al contrario, y es que gracias a la astuta indagación criminalística, de la que ya están enteradas las entidades judiciales, se logró conocer que a través del IMA se generaba -aparte de toneladas de basura regadas por doquier al sur de la ciudad- el financiamiento constante de distintas organizaciones partidistas y dirigentes políticos de la oposición extremista. Ejercicio financiero que, según las pesquisas, era ejecutado por el otrora presidente del cuestionado instituto y actual prófugo, Santiago Bruzco, con la complacida autorización del alcalde del municipio capitalino, Julio Fuenmayor.
En el sofisticado andamiaje administrativo salieron a relucir como privilegiados beneficiarios las estructuras partidistas de Primero Justicia, el partido Lápiz y Voluntad Popular, también varios dirigentes políticos opositores tanto nacionales como regionales, entre los que resaltan Juan Miguel Matheus, Néstor Olleros, Marco Bozo y Braulio Conejero, este último que funge como edil dentro de la Cámara Municipal del municipio Valencia y que es señalado como activo intermediario para la desproporcionada erogación por parte del ayuntamiento.
La incesante búsqueda ha dado con las constancias de los diferentes pagos, las innumerables transferencias que fueron realizadas desde el año 2022 y que, al parecer, respondían a las inocultables relaciones de amistad del alcalde Fuenmayor con esos políticos desde tiempos de dirigencia estudiantil.
La próxima semana, en una rueda de prensa a cargo del columnista de Notitarde César Burguera, será presentado todo el repudiable entramado de corrupción, desviaciones y excesos que se produjeron, de impúdica manera, en el Instituto Municipal del Ambiente de Valencia, bajo la dirección de Santiago Bruzco y con pleno conocimiento del alcalde Julio Fuenmayor; resaltando además innumerables empresas beneficiadas y diferentes personas involucradas, las cuales tendrán que justificar ante órganos competentes los desproporcionados pagos que les han sido realizados desde hace más de dos años.