Cuerpos de seguridad desmantelaron, la madrugada del sábado, una completa red dedicada al contrabando de
. La banda delictiva
, obteniendo descaradas ganancias por el vulgar tráfico y actuando en detrimento de la necesidad del colectivo.
Funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) fueron los encargados del allanamiento y de desarticular el andamiaje criminal.
Entre los resultados de las acciones del ente policial, está la captura de tres sujetos que fungían como operadores del descubierto grupo hamponil y que responden a los nombres de Wilmer Francisco Sánchez, Ronald Jesús González y Óscar Gilberto Ceballos, todos ya imputados por el Ministerio Público (MP) a través de la Fiscalía Sexta; instancia a cargo del abogado Ángelo Dorta, con amplia competencia en la lucha contra la legitimación de capitales y delitos financieros.
Los tres detenidos por esta trama de corrupción
Sobre los enjuiciados pesan los graves delitos de asociación para delinquir, manejo indebido e ilícito de sustancias químicas y contrabando agravado.
En el procedimiento fueron incautados, en calidad de evidencia, 14 recipientes plásticos, con capacidad de 20 litros; ocho recipientes plásticos, con capacidad de 60 litros; ocho recipientes metálicos, con la menuda capacidad de almacenar 200 litros y diferentes unidades vehiculares presuntamente utilizadas para transportar el diésel hacia empresas o comercios que, por sus actividades, requerían urgentemente la sustancia química valorada ilegalmente en 2 dólares por litro. Números que destapan la desproporcionada ganancia conseguida por los rufianes encarcelados.
Otro de los sorprendentes hallazgos fue el diseño de los rotulados que decoraban los vehículos decomisados: eran de color verde y algunos incluían logos de la Alcaldía de Valencia.
La PNB y el MP también pudieron confiscar 700 litros de combustible diésel metódicamente almacenado, así como dos baritanques de plástico con una capacidad de mil litros y dos bombas surtidoras de diésel, quedando develada la compleja estructura que comercializaba y traficaba diésel frente a los enormes (pero miopes) ojos del ayuntamiento capitalino, muy eficiente en sus “padrinazgos” corruptos.
El amplio galpón, donde se practicaron las detenciones de los tres confesos delincuentes, está ubicado en el sector El Recreo, parroquia Rafael Urdaneta, cuadrante Nro. p-41 del municipio Valencia y es propiedad de una empresa registrada como “ONENAS”.
Se pudo conocer que Óscar Gilberto Ceballos, uno de los procesados por esta causa, sería hermano de Gilberto Ceballos, funcionario de la Alcaldía de Valencia que sustituyó en una suerte de carambola a Santiago Bruzco como presidente del Instituto Municipal del Ambiente (IMA), donde se destapó otra trama de corrupción, desviaciones y excesos que decantaron en el pronunciamiento de un Tribunal Penal. Quedando privados de libertad varios directores del reprensible IMA, mientras el otrora jefe ambiental, Santiago Bruzco, predecesor de Gilberto Ceballos, se encuentra huyendo de la justicia.
Por otra parte, se determinó que el importante combustible -que se traficaba de manera ilícita a 2$ por litro- era sustraído con el beneplácito y autorización del propietario de la Estacion de Servicio “El Prado” quien, por tanto, sería parte del contubernio.
Las investigaciones continúan en manos de las autoridades para establecer responsabilidades de un número mayúsculo de individuos culpables de la escasez de diésel en toda la región central venezolana.